lunes, 30 de junio de 2014

Travesía en Sierra Nevada: Ascensión al Veleta y el Mulhacén

Dos días intensos de montañismo por Sierra Nevada a más de 3000 metros de altitud, coronando el techo de la península ibérica


Datos técnicos:
-Fecha: 29 y 30 de Junio de 2014.
-Longitud de la ruta: 29,09 kilómetros (13,5 el primer día y 15,59 el segundo)
-Duración: 10 horas y 15 minutos (primer día 5 horas y media y el segundo 4 horas y 45 minutos)
-Desnivel: 1863 metros (1150 el primer día y 713 el segundo)
-Dificultad: Alta debido a la larga duración, al gran desnivel y a la altitud.
-Población: Dílar y Capileira.
-Enlace de la ruta en wikiloc (hay que registrarse para descargar el archivo): Sierra Nevada: Veleta (3396m) y Mulhacén (3479m)

Descripción de la ruta:
La ruta la empezamos desde el Albergue Universitario, en Pradollano (a 2505m de altitud). Vamos subiendo poco a poco pasando por El Virgen de las Nieves y posiciones del Veleta hasta tomar un desvío en la carretera para encarar la subida hasta el Veleta. De Ahí bajamos hasta el Refugio de la Carihuela y vamos rodeando la vertiente sur de la zona de los tresmiles hasta llegar al collado de Loma Pelada (3187m). Bajamos hasta el Refugio vivac de La Caldera donde pasaremos la noche.
Al día siguiente subiremos al Mulhacén y volveremos hasta la Hoya de la Mora pasando por el camino hacia el Refugio Villavientos.

De interés:
Las vistas hacia el Veleta desde la Hoya de la Mora, las nieves permanentes en verano, los deshielos y sus calderas, las empinadas subidas a las cimas, las cabras montesas, la flora endémica. En definitiva, todo el parque nacional es de interés.

Mapa de la ruta de wikiloc:


Llegamos al Albergue Universitario y lo primero que notamos es que falta el aire. Estamos a unos 2500 metros de altitud, lo que supone un 20-25% menos de oxígeno en el aire (hay que respirar más veces para que entre el mismo aire que a nivel del mar).
Aparte también cambia el clima. Hacen unos 15ºC y algo de viento.
Vamos, totalmente diferente de lo que supone una tarde de verano por tierras ilicitanas…

Un último vistazo al emblemático pico del Veleta y a reponer fuerzas para el día siguiente.



Nos despertamos y lo primero que apreciamos fue el viento. Soplaba con fuerza, pero eso no nos iba a detener. Así que nos preparamos y empezamos a calentar las piernas.
Había bastante gente que empezaba la ruta donde nosotros.
La hoya de la Mora es un buen punto de inicio para empezar las rutas de montaña: Buen acceso, aparcamientos para vehículos y autobuses del parque que te suben hasta las posiciones del Veleta. Te ahorras 500 metros de desnivel positivo y más de 1 hora y media de subida, pero a nuestro entender le quita todo el encanto a la ruta y no tiene mucho sentido hacer montañismo en bus…

Rápidamente llegamos al monumento de la Virgen de las nieves.


Nos cruzamos con un grupo de vacas que pastan a sus anchas.


Vamos ganando altura. A lo lejos se ve la ciudad de Granada.



La flora en este lugar es de gran interés. Endemismos como nevadensia purpurea y Viola crassiuscula se pueden observar en este lugar.


Pero sin duda, el endemismo más representativo de Sierra Nevada es la estrella de las nieves (plantago nivalis).


Ya queda detrás Borreguiles y el radiotelescopio del IRAM


A unos 3000 metros de altitud se encuentran las posiciones del Veleta, antiguos parapetos de la guerra civil.


A la altura del desvío para encarar la subida final al Veleta, tenemos vistas de Motril y de Marruecos (en el horizonte) a más de 200 kilómetros de distancia.


Subimos despacio el último tramo y llegamos a la cima.


Podemos ver desde la cima la arista de subida al Mulhacén y El Ejido con su mar de invernaderos (es la única construcción humana que se puede observar desde el espacio)



Tras las fotos de rigor para inmortalizar el recuerdo, encaramos la bajada hasta el refugio de la Carihuela, ya que el viento arrecia en la cumbre.

Más flora endémica, esta vez la genciana azul o alpina (gentiana acualis).


Llegamos al Refugio de La Carihuela, situado a 3205m de altitud.


Desde aquí tenemos una buena perspectiva de lo que nos queda hasta llegar a La Caldera: Paso por neveros, deshielo, valles y al fondo el Mulhacén.




Vemos la primera cabra montesa del día. No será la única…


Descansamos unos minutos y reemprendemos la marcha. Aún nos quedan 2 horas hasta llegar al Refugio de La Caldera.

Atravesamos un nevero grande que aún resiste al calor veraniego. No tiene hielo así que se puede cruzar perfectamente. Aun así, lo hacemos sin prisa.



Nos vamos encontrando en el camino varios puntos para recoger agua. Gracias a la nieve, el agua no es un problema en esta travesía.



Llegamos a las lagunas de río seco.



Ahora el camino se desvía. Tenemos que tomar la senda que sube al collado de loma pelada (3187m) para encarar la bajada hasta el refugio.


Otra foto de una hembra de cabra montesa con su cría


Llegamos al collado y las vistas nos asombran. La espectacular laguna de la caldera, el refugio y el Mulhacén. Desde arriba todo parece más cercano y pequeño. Nada más lejos de la realidad.


A medida que descendemos apreciamos las dimensiones de la caldera. Es enorme.



Por fin, llegamos al que será nuestro lugar de descanso: el refugio vivac de La Caldera.



Hay gente comiendo y descansando en esta zona. Pero lo más sorprendente es que hay más cabras que personas.




Comemos, descansamos un poco y nos damos una vuelta por las inmediaciones del refugio. Vale la pena.

Primero echamos un vistazo de cerca a la laguna.



Después rellenamos las reservas de agua. Hay un riachuelo donde se puede coger agua cerca del refugio, tomando el camino que va hacia el refugio Villavientos.




Cuando está atardeciendo, empiezan a llegar los machos monteses al refugio.





Los últimos rayos de sol los aprovechamos para ver lo que nos toca al día siguiente: La senda que sube al Mulhacén.



Cenamos y echamos el último vistazo fuera antes de meternos en el saco y esperar a que se haga de día.



Tras dormir (a ratos, porque muchas comodidades no hay en el refugio), nos despertamos y vamos ordenando todo para ponernos en marcha.
A esta altitud cualquier esfuerzo se paga y ya recoger la mochila y desayunar te deja casi sin aliento.

Decidimos subir a la cumbre sin las mochilas y las dejamos en el refugio. Como es temprano, no hay gente (aunque no debería pasar nada…). La verdad es que subir sin peso se agradece bastante.

Decidimos subir a paso tranquilo, sin agotarnos.


En 50 minutos, nos plantamos en la cima.
Estamos en el techo de la península, a 3479 metros de altitud.
¡Conseguido!




Un vídeo de la panorámica desde la cima.


A esta altitud, falta aproximadamente el 30-35% de oxígeno en el aire con respecto al que se respira a nivel del mar.
A cada persona le afecta de diferente manera. Por suerte, a nosotros no nos afecta en absoluto, salvo por la lógica sensación de cansancio continuo.
Para evitar el llamado mal de altura, lo mejor es beber mucho y orinar para eliminar el exceso de CO2 en la sangre. A parte de no forzar la máquina, obviamente.

Tras las fotos y asimilar unos minutos donde estamos, bajamos de nuevo al refugio.




Al llegar al refugio, nos encontramos a un grupo de 20 machos monteses. Aunque imponen bastante, son temerosos e inofensivos.



Cogemos las mochilas y nos despedimos del Mulhacén. Volveremos a su cumbre de esquisto y pizarra. Seguro.


La vuelta se hace algo pesada por el cansancio acumulado y el sol que empieza a calentar el ambiente. Eso sí, las vistas nos distraen de todo.



Tras una larga bajada, llegamos a la hoya de la mora.


Nos despedimos de Sierra Nevada prometiendo volver pronto, ya sea para esquiar o para subir a las muchas cumbres que nos quedan por hollar.



Estación de esquí de Sierra Nevada


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